Nada mejor que un buen emo mexa de la nueva escuela para desempolvar nuestros malviajes más placenteros. Lo he dicho en otras reseñas y portales en los que escribo: el punk rock es uno de los géneros más diversos, divertidos y entusiastas de toda la escena mexa. Sólo hay pocos sonidos que logran empatar la nostalgia y la alegría desde ciertos niveles, y el punk rock es una de las cosas más sabrosas y movidonas para generar sentimientos de tragedia y mierda emocional con backgrounds de adrenalina y desmadre sonoro. Si a esto le agregamos cierta aura melancólica, recreativa y neo-depresiva, con ese toque de autenticidad post-romántica y consciente, podremos escuchar varios álbumes y bandas mexas que se la rifan en crear un mood desde el amor y la inquietud más íntima y desconsoladora.
Así es la música de Local Champion, quizás una de las bandas regias más francas, frescas y deleitables de la escena punk rock nacional (tirándole al midwest emo-math rockero) quienes estrenaron un nuevo álbum a finales del año pasado: Todo Lo Que Siempre Quise Decirte. Verguísima de banda! Si a alguien le debo esta reseña es al buen compa de Alguien, valga la redundancia, quien por estas semanas se ha mostrado bien activo compartiendo la música de esta bandota. Saludos donde quiera que andes, loco! Ya centrándonos en la banda y en su nuevo álbum, hay que reconocer que es una pinche joyita en todos los aspectos. La banda jamás le pierde a ninguno de los elementos más agudos del punk rock y el emo: guitarras y riffs vehementes, un bajo punzante, una bataca multifacética y voces-líricas ágiles y dominantes; nada mejor que esto para meternos de lleno a las introspecciones y mareos de un género que te mete varios putazos al tiempo que te lo chutas.
Es bien difícil decidir con qué empezar a hablar de este álbum porque todas las rolas son chingonas y en general es una experiencia gratificante y eufórica. Pero va, primero hay que ponernos algo técnicos. Para empezar, Local Champion es una banda de Monterrey, Nuevo León que data desde el 2015 y que arranca formalmente en 2016 con un álbum mucho más punketo y detonante, Summer's Gone. Actualmente integrada por Guillermo González, Roberto Barrón, Rodrigo Montalvo y Oscar Hidalgo, Local Champion ya es un referente dentro de estos ambientes del emo mexa y una bandota consagrada que sigue de estreno con su nuevo álbum.
Grabado y masterizado en Zero Studios, mezclado por Erick Pérez y Alicia Álvarez y distribuido por CINTAS, Todo Lo Que Siempre Quise Decirte es un álbum redondito y que pasa por diversas circunstancias que lo convierten en una experiencia auto-reflexiva o melancólica, según el caso. Conformado por Noches Sin Sueño, Sin Saber, Te Mereces Algo Mejor, ¿Dónde Estás?, Ausencia, Tal Vez No Me Podré Sentir Mejor, Pasos Hacia Atrás (feat. Sad Saturno, otro de los grandes másters de la escena punk rock mexa), Pobre De Ti y Todo Lo Que Siempre Quise Decirte, el álbum pareciera convertirse en un testimonio muy bien adecuado de lo que significa presenciar y malvibrarte en una ruptura amorosa que, tarde o temprano, tendrás que superar. En ese sentido la premisa es simple, pero no deja de tener sus propios méritos al cuajarse en un sonido aprehensivo e hiriente que te hace querer slamear y mandar todo alv.
Los compas de Bandcamp no se equivocan en decir que la música de Local Champion es la mezcla perfecta entre emo, punk y pseudo-screamo mexa. Todo Lo Que Siempre Quise Decirte, o ya abreviándole TLQSQD para los compas y pa' hacerlo más en corto, es ese clase de álbumes que te reanima o te tumba, y no sólo lo digo por el tipo de géneros a los que se acopla, sino porque es un ir y venir de emociones que se matizan desde la dulzura, el desmadre o el llanto. Ya sabemos que el punk rock mexa tiene dichas cualidades, pero hacer de este pedo una sensación fresca e intuitiva requiere de grandes mutaciones, y vaya que los verguísimas de Local Champion tienen modos, sonidos y formas para expresar estos moods a lo largo de su nuevo álbum.
El punk rock de Local Champion está más centrado en sus ambientes sonoros y en sus instrumentos, contrastando con ese mood emo más arraigado en sus ideas e imágenes. La neta, el sonido de la banda es un puente hacia el descontrol premeditado y los quiebres de un género impaciente y movido. Las rolas del TLQSQD tienen sus propios destellos para cada instrumento y todos ellos se rifan cuando les toca. Personalmente, pienso que el bajo de Local Champion es una pinche locura y de lo mejor que tiene este nuevo LP, pero nada se queda atrás. Las guitarras son extremadamente ingeniosas, mientras que la bataca termina por amarrar el trip del álbum desde un machaqueo incesante, profundo e irreverente. A esto súmenle una voz agitada, desmadrada o nociva y así ya tenemos la ecuación perfecta para roernos los oídos. Una genialidad!
En síntesis, la vibra temática del álbum se rige a partir de las rupturas y los malabares emocionales derivados de una relación amorosa. Pasando por el insomnio, la auto-sugestión, el valemadrismo, la mentira, el recuerdo, la negación, la tristeza y la recomposición de nosotros mismos, el TLQSQD es un álbum posiblemente conceptual y absolutamente triste, pero con un toque de desmadre que oscila entre bajones emo o erupciones y guitarrazos punk rock. El álbum navega desde un math rock/midwest emo por ratitos, pero no deja de equilibrar su balanza con varios madrazos de nostalgia, pausas reflexivas y encuentros inesperados.
La neta hay que ser sinceros y decir que el emo mexa contemporáneo tiene una de las líricas más dinámicas de toda la escena independiente, y Local Champion no se queda atrás. Verguísimas en ese aspecto. Si ya teníamos un todo movimiento instintivo en la construcción sonora que rodea a la banda, su construcción lírica es otro desmadre y un gran acierto a los mensajes románticos del álbum. Rolas como Sin Saber ("¿Cuántas veces te falle? Sin saber cómo iba a ser. / ¿No sería más normal si volvemos a empezar? / Lo hice sin saber, no sé si estaré bien. / ¿Cuántos días más tengo que esperar?"), ¿Dónde Estás? ("Y si preguntas ¿Cómo estás? / Te diré que nada mal, que no te extraño ya. / Sé que ésta vez estaré bien, si tú te vas pues yo también. / Estoy mintiendo viviendo de recuerdos".) o la homónima Todo Lo Que Siempre Quise Decirte ("Si nunca hicimos nada bien pues empecemos otra vez. / Una y otra vez".) son perfectas para explicar cómo está construido el ritmo del álbum, logrando cierto apego real a la voz de la banda desde la cotidianidad, la incertidumbre y la herida.
El álbum también sigue esta tendencia verguísima de otras bandotas y artistas como Sad Saturno de meter pequeños fragmentos de diálogos televisivos (sampleos) para reforzar la emoción de cada rola y agregarle algunos "descansos" al álbum. Este tipo de rolitas suelen ser un puente entre canciones y nos preparan para el mood que explotará en las siguientes rolas, pero para mí también representan un juego lúdico para aterrizar las ideas de la banda. Retomando algunos capítulos de Malcolm el de en medio, rolas como Te Mereces Algo Mejor, Ausencia y Pobre de Ti forman parte de una esencia especial en Local Champion, metiéndonos a ese spleen de tristeza que poco a poco se diluye, se acrecenta o se deforma.
Si yo pudiera mencionarles un par de rolas que sinteticen el desvergue de este nuevo álbum, definitivamente serían Sin Saber y Tal Vez No Me Podré Sentir Mejor. No me malentiendan, todas las rolas están verguísimas, pero todo este pedo es subjetivo y yo podría vivírmela escuchando estas dos rolitas. En ellas tenemos el juego de contrapuntos que más me mama de la banda: por una parte está su sonido más "relax", apresurado desde una nostalgia corrosiva y mimética, y por otra está el desmadre total guiado desde los gritos, ritmos pesados, los ataques y la energía. El punk rock más picudo se mezcla con el emo más solemne y nos regala un álbum extrañamente familiar y de tintes accidentales. Pura pinche delicia, para hacerlo más ameno.
El TLQSQD empieza como termina: un material increíblemente cercano, como si fuera un especie de gloria inmediata para desligarte de tanta mierda emocional con la que vivimos todos los días. Así es esto: Local Champion se la rifa y nos mete a un universo de posibilidades anti-románticas donde lo que más importa es el ascenso desde las profundidades de una depresión autoimpuesta. Los compas regios siguen produciendo grandes cosas y Local Champion es el vivo ejemplo de que hay que seguirle chingando a estos géneros para refrescarlos y mutarlos en situaciones más chingonas. TLQSQD es uno de esos álbumes mágicos de finales del año pasado, pero que sigue vigente y nuevecito hasta estas fechas para demostrar cómo el punk rock mexa está más vivo que nunca.
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