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Foto del escritorEnrique Chávez

“Strathos” de Joliette: incomodidad y contemplación

Actualizado: 14 jul 2020

No cabe duda que Joliette sigue dando de qué hablar a varios meses del estreno del Luz Devora. La banda originaria de Puebla, integrada por Jopo, Gastón, Fernando y Azael, lanzó este LP en julio del año pasado, y desde hace tiempo han estado colgando videos que se desprenden de este magnífico álbum. Muletilla Japonesa y Vacío me parecieron videos muy cabrones que ya nos adelantaban el nuevo sonido de Joliette. Envolvente, denso y con una construcción que raya en lo perfecto, Luz Devora fue una de las mejores producciones que tuvo la escena mexicana en el 2019. No hablemos de El Alphabiotista, que también tuvo un video mucho antes de los primeros sencillos “oficiales” del Luz Devora.


Todos esperábamos con ansias el nuevo material de Joliette, y cuando por fin lo tuvimos jamás nos decepcionaron. Luz Devora es un trayecto caótico y enérgico, ejecutado magistralmente en la desgracia y en la arritmia. Los que tuvimos oportunidad de escuchar el álbum en altas horas de la madrugada el día de su estreno sabemos que es un material para escuchar en la reflexión más oscura de la individualidad. Esto se supera en vivo, claro. Ya en compañía de los compas, el Luz Devora arma una catársis que sólo puede expresarse a través de la algarabía y el desmadre. Cecapsis, Las Gorras Mayúsculas, Lázaro, Pudre Infante, Señor Mora y Defenestra son rolas, a mi gusto favoritas, que siempre te hacen slamear en la comodidad de tu mente.



Ahora, Joliette nos sorprende en estos días de cuarentena con el video de Strathos. Dirigido por Erick Williams, el video es un magnífico seguimiento de la propuesta estética que Joliette ha cultivado a lo largo de los años. Ya he hablado antes del trabajo fotográfico y audiovisual de WilReveur, y este compa lo volvió a hacer. Muy rifado ese encuadre y ese escenario para darnos uno de los videos más incómodos y misteriosos que Joliette ha tenido en todo su archivo visual. Es uno de esos videos donde te quedas con cara de "Qué chingados...”. Tienes que reproducirlo más de una vez para encontrar los pequeños atisbos de lo que en realidad quiere decirnos, y creo que esto todavía puede estar sujeto a múltiples interpretaciones, fumadas y perspectivas.


De nueva cuenta, Aldair Olvera de AMBR se integra como actor, representando uno de los personajes principales del video acompañado de Francisco Jiménez como un hombre-cuervo, quien nos recuerda a los doctores en tiempos de la peste. Describir el video es difícil porque uno siente que todavía faltan cosas por descubrir. Las acciones sobran: Aldair se cubre de barro paulatinamente mientras el hombre-cuervo observa sin imnutarse. Por momentos, parece que la acción de Aldair está condicionada por la “mirada” del enmascarado; el personaje se detiene en varias ocasiones y mira despectivamente al cuervo, para después seguir en una especie de ritual que se alarga hasta el final. Strathos tiene algo de silencio incómodo, además de un sentimiento de misticismo que nos recuerda a la ceremonia ocultista en Eyes Wide Shut de Stanley Kubrick. Ver a los dos personajes "interactuando" en su paralelo nos pone nerviosos, a la expectativa de que algo tiene que ocurrir en algún momento: cosa que nunca pasa. La desidia entre los personajes es un recurso fenomenal en este video: crea una expectativa y al final la rompe para continuar con el morbo. La fotografía realizada por Erick Williams me recuerda al filtro de Tíonkel, además de retratar la incomodidad, la ansiedad y la frustración que causaba el Verdadero por Accidente en aquellos tiempos del Atáxico y que aquí se repiten.


Por sí sólo, el video es extraño y profundo en varios niveles. La rola ya de por sí nos mete a un mood de auto-descubrimiento, muy al estilo de todo el contenido del Luz Devora. Aceptación, recuento de daños y un mensaje depresivo es lo mejor que esta canción puede darnos en su mensaje lírico: “En noches como esta / Me siento tan pequeño / Me pregunto por qué / Todos deciden alejarse / Entra luz por mi ventana / Es la luz que me devora / Es la felicidad / Que nunca pude alcanzar”. La composición de la rola es como una marea que nos envuelve y nos revela nuestra verdadera naturaleza. Los símbolos dentro de Strathos nos recuerdan a un duelo antagónico entre la luz y la oscuridad de la noche. Una sombra domina el aura de la canción y permite exponernos a nuestros secretos más individuales. Algo que me gusta mucho de Strathos es que utiliza un proverbio budista para rematar la esencia de sí misma: “Silencio, navega, que tus ojos están secos, hastiados de realidad”. El propio sonido de la canción también nos hace pensar en esta ansiedad del encuentro y los errores. Algo en esta semiótica de la luz y la realidad me recuerda al sentido de búsqueda de la espiritualidad, o al menos una mutación de ésta. La rola parece convertir esta intuición mística en un encuentro con nosotros mismos, pero meternos en estos rollos sería algo complicado, y sólo la banda por sí misma podría explicar las verdaderas intenciones que Strathos tiene como rola y como unidad.


Y hablando de eso, Fernando Obregón, guitarrista de la banda, también comentó en el estreno del video que Strathos pertenece a una trilogía de rolas iniciada con Czirros y Qúmulos en el LP Principia. Quién diría que varios años después tendríamos una continuidad de significado que se desarrollaría en una misma línea temática. Creo que yo nunca habría pensado que estas rolas se unían entre sí. Mi idea era más bien que Luz Devora funcionaba como un núcleo de focalización en diferentes vertientes, por sí mismo, y esto sí me sorprendió. El asunto me recuerda al meme que alguna vez hicieron de la banda, relacionando las ideas de sus LPs con las diferentes facetas del personaje de Eleven en Stranger Things. Son varios capítulos de un mismo proyecto que al final se encuentran relacionados indirectamente. ¿Cómo podríamos conectar Strathos con las enseñanzas de Czirros y Qúmulos? Simple: una trilogía de la lamentación y de la introspección de la identidad y del otro.


Czirros nos dice: “Cuánto tiempo al otro lado de la orilla, de mis manos el miedo cuelga / ¿Cuántas veces más pensar en regresar? De tus brazos y mis manos los años han pasado sin saber / Libré batallas en vano y escapé de mí, pero caí”; mientras que Qúmulos se lamenta: “¿De qué me sirve trazar coordenadas? Si el sol te aleja de mí / ¿De qué me sirven las madrugadas? Si no estás”. Strathos viene a concluir y aumentar esta lamentación a partir de su esencia más elemental que es el lenguaje. Y sin quererlo, también transforma la identidad del personaje que nos habla a través de Joliette. Las tres rolas incluyen momentos de añoranza, matizándolos en una atmósfera sombría que no termina por convertirse en la nostalgia común y corriente. Es la etapa del pensamiento donde ocurre el hastío, como dice el proverbio zen: el aburrimiento de nosotros mismos y nuestra soledad, la crítica auto-impuesta y el dolor de nuestro paso por el otro. La existencia en la mirada del otro es la única manera de prevalecer en nuestra propia conciencia, y con ello ocurre la revelación y la súplica por la luz.


El nuevo video de Strathos denuncia eso precisamente: la contemplación y la incomodidad de uno mismo. De ahí que el barro sea un símbolo que va cubriendo la identidad del personaje y el cuervo sea un silencioso juez. Strathos es, en definitiva, un video que va a causar muchos dolores de cabeza y gran multitud de interpretaciones sobre lo que Joliette trata de enseñarnos a través del post-hardcore. Tampoco debemos negar que es un video y una rola con una carga de significación muy grande, planeada y ejecutada maravillosamente por una de las bandas más cabronas de la escena mexicana independiente. Pasen a ver el video y dense denso con todo lo que Joliette tiene colgado para el deleite de nuestros oídos en las noches más densas, cercanas al amanecer.




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