"Rosewood" de Kaguu: math rock y nostalgia nove-nintendera
- Enrique Chávez

- 6 jul 2020
- 4 Min. de lectura
De vez en cuando me aviento el soundtrack y los sfx del Ocarina of Time. Si les late este pedo de The Leyend of Zelda sabrán que la música de Koji Kondo para este pedo es una de las composiciones más vergas y hermosas de la historia. Casi siempre que me aviento Game Title Theme, Lost Woods, Lon Lon Ranch, Zelda’s Lullaby o Great Fairy’s Fountain termino chillando a lo desgraciado. Si bien no me tocó chutarme el Ocarina en sus años de esplendor con el Nintendo 64, mucho menos con su remasterización para Nintendo 3DS, sí puedo considerarme un fan “mediano” de todo el lore del mundo de Hyrule por otros juegos de Zelda. Todavía ando ahorrando para mi puto Nintendo Switch y el Zelda: Breath of The Wild. Recordar todas esas composiciones y las imágenes del Ocarina, el Majora’s y otros juegos de Zelda siempre me pone de buenas porque son rolillas que acompañan varios ecos de melancolía, felicidad y una tristeza inexorable que se reproduce en nuestra vida como nerdos gamers. Que te den esos pinches sentimientos es muy difícil, ya que casi siempre están conectados a varios escenarios específicos de la memoria, pero encontrarlos y reencarnarlos de vez en cuando en otros ámbitos siempre debe ser motivo de celebración vergas.


Tenía que chutarme este pedo para hablarles de Kaguu, una banda de math rock y rock progresivo de las idílicas tierras de Monterrey que recupera esta misma emoción nintendera y la configura a partir de rolas sumamente gratificantes y llenas de una vibra espléndida. Los compas de Breakyouth siempre andan recomendando bandas mexas (o no) muy chingonas en diferentes géneros, y cuando recomendaron el nuevo material de Kaguu, Rosewood, tuve que escucharlo a consciencia. Tiempo atrás la banda había colgado sencillos de su nuevo material y de ahí los había topado, pero ahora con Rosewood sí me metí de lleno en toda su propuesta. Encontrarme con esta banda neta que fue un rebobinado a los mejores momentos del mundo del soundtrack gamer de los 90s. Esta es sólo mi opinión, ya ustedes dirán qué pedo de acuerdo a su experiencia. A través de una estética amigable, con ritmos y ambientaciones ágiles y bien ejecutadas, Rafa de la Garza y Nick Acker nos llevan a un recorrido bien divertido y macizo por la experiencia de la nostalgia y el math rock hecho en México. Me parece que la banda es una gran propuesta, y vertiente, dentro del género aquí en el país porque nos permite apreciar una faceta mucho más "colorida" del math rock macizo al que estamos acostumbrados. Apoyarse de algunas referencias o experiencias sonoras del universo gamer le da ese toque único a la estética de Kaguu.
El rollo sonoro de la banda es una cosa tan deliciosa, luminosa y nostálgica que llega a recordarnos esos bellos momentos de diversión juvenil típicas de los juegos de Nintendo como el Ocarina of Time. Y no lo digo yo, lo dice el mismo perfil de la banda en Instagram. Sin embargo, la banda no es nueva dentro de los rollos del math mexa; desde el 2017 ya andaban causando ruido con tres grandes producciones (Hawkridge, Wistful y Red Sun Sessions) y presentaciones en vivo bien importantes como el Arctangent en 2019. Ya desde este punto podemos escuchar cómo la banda se ha transformado dentro de su propia estética para entregarnos un material fresco y dinámico como lo es Rosewood.
Rosewood, estrenado a finales de mayo de este año, está compuesto por cinco rolas únicas y llenas de un poder bien cabrón: Deku, Yoshino, Bonsai, Sakura y Jacaranda. A lo largo de este recorrido encontraremos una guitarra indescifrable, con esos riffs ya típicos del math pero mezclados con una ambientación única de violines, flautas y sonidos de naturaleza nintendera, y una batería increíble, con momentos de explosión y coordinación espectaculares que te vuelan los sesos. El arte de la portada también me encanta; creado por Claire Guardi, el rollo de la portada nos mete a este mood melifluo y natural dentro de la estética de la banda, donde los sonidos auguran ese misticismo y melancolía de la naturaleza y el math rock. La portada y el arte en general del EP tiene mucho que ver con el desarrollo sonoro: casi podemos sentir esas texturas color pastel dentro de esa aura math-rock de Kaguu, y eso a mí me parece un gran complemento para el mensaje de la banda hacia nosotros.

El math-rock de Kaguu me latió un chingo porque sí me recordó a esas nociones sonoras en la estética del Ocarina of Time. Digo, no por nada una rola se llama Deku, igual que el Árbol Deku del juego. Cada rolilla tiene sus momentos de destello y te dejan un buen sabor de boca si te dejas llevar por los diferentes caminos en los que se construyen. Una parte fundamental del rollo de Kaguu es que el orden natural/ambiental, que siempre está implícito dentro del Rosewood; desde el bonsai hasta la jacaranda, esa vibra paisajista se nota como uno de los principales aportes de la banda, y neta que está muy macizo que hayan encontrado la forma de matizar este concepto dentro y fuera de su propia música.

Si les late este rollo de las concepciones noventeras y gamers, además de un buen math-rock hecho y derecho, neta que tienen que toparse con Kaguu. Rosewood y sus demás materiales son piezas excelsas dentro de su género, y nos introducen a un estilo sonoro único, con momentos de ascenso y declive que se escuchan bien macizos dentro del math rock mexa. Este nuevo EP lo pueden topar en Bandcamp y Spotify, para que se den un pazón bien denso con la propuesta de esta banda regia.






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