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Foto del escritorEnrique Chávez

Niños composta o niños cerdo: Gretel y Hansel (2020)

Por Darla Abad



El film comienza como un cuento clásico. La voz de la narradora es agradable pero misteriosa: la de una anciana. Nos vienen recuerdos a la mente de cuando éramos niños a través de un relato parecido al que nos contaban nuestros mayores y no sabíamos si terminaría bien, mal o en una total tragedia con una enseñanza macabra. La historia se sitúa en el siglo XIV en Baviera, Alemania. El cuento es el de Hansel y Gretel, sin embargo, el título ésta vez se invierte. La película está protagonizada por Sophia Lillis (It: Chapter I, II) y el debutante Samuel Leakey, y es descrita como Un siniestro cuento de hadas de la casa productora Orion Pictures, y está dirigida por Oz Perkins, quien recientemente fue director de I'am the pretty thing that lives in the house, estrenada en la plataforma Netflix.


Una pequeña con gorro rosa es la protagonista en este cuento (hija del director Perkins y nieta de Anthony Perkins: Norman Bates en Psicosis) de los hermanos Grimm, y claro que rompe con la historia. La pequeña tiene ciertos dones que producen un desenlace fatal para quienes la consultan; le ofrecen obsequios de una mujer obscura, rodeada de símbolos triangulares, quizá sinónimos de poder. Los regalos a cambio de nada pueden ser todo en este drama, y esta frase siempre ha de matizarse como una advertencia de Gretel para Hansel, ya que, en esta ocasión, la mente al mando es la de Gretel con dieciséis años, mientras que Hansel tiene ocho.



La voz femenina predomina la totalidad de esta fábula mediante valores volcados en metáforas ocultas, pero bien expuestas. Temas como la inocencia, la sexualidad, la magia y envidia desencadenan hechos secundarios. Gretel actúa en la película como la chica virgen, buscando el pan a través de su trabajo. De hecho, mantiene un lenguaje franco y elegante, en ocasiones extremadamente culto; no obstante, siempre es rechazada tanto por su madre como poruna Iglesia hipócrita detrás de los más acaudalados, pues sólo hay dos caminos evidentes para una mujer: el "uso obvio" o ser casera "con grillete en pie". Los pocos pobladores cercanos a la casa de Gretel resultan estar vacíos y hambrientos, y los hermanos sólo reciben ayuda de un cazador (Charles Babalola), quien los salva de la hambruna casi caníbal, la soledad y la desesperación, además de recomendarles que deben irse a un poblado seguro donde encontrarán trabajo. También se presenta el carácter infantil de Hansel. El niño presenta acciones impulsivas; peca de gula al llegar a la casa de la bruja, la cual no parece ser una casita de dulce. Su hermana le advierte en todo momento y se contrapone a la abundancia como un mal que los hechiza ya dentro de la casa, pero a la vez son los mismos guiños de brujería dirigidos a la inteligencia y pronta madurez de Gretel.



La naturaleza, el bosque, las promesas, la belleza y la intuición femenina son situaciones desbordantes en el personaje de la bruja Holda (Alice Krige, actriz experta en el género por Ghost Story) y su caracterización juvenil (Jessica de Grow). La anciana presenta las primeras señas de magia en las manos, pero al parecer esto es aceptable para los niños. Una de las enseñanzas más fuertes de Holda hacia Gretel es el uso de la resina para despertar sus poderes, objeto que después pasa a ser un arma a favor de la adolescente. Además, la bruja utiliza frases llenas de hipérbaton para emitir una interpretación sesgada. Asimismo, los susurros son una especie de magia en las palabras que cambia o revela la percepción de la pequeña aprendiz.



Por otro lado, el aspecto otoñal en Gretel and Hansel, grabada en Irlanda desde el 2018, por el director de fotografía, Galo Olivares, es memorable, similar a la estética de la película de Robert Eggers La Bruja (The Witch, 2015), también director de The Lighthouse (El faro, 2019). Las secuencias en las que la cámara sigue al personaje, el tambaleo, la oscuridad abrasiva combinada con el silencio logran una ambientación perturbadora y terrorífica, especialmente, cuando Gretel sueña y vive en el cuarto donde cocinarán a su hermano. Esto incluso refleja valentía en la protagonista.



Todos sabemos cómo termina la historia, o no. La película es el pretexto perfecto para una vuelta de tuerca entre los dos hermanos y sobre la lección que siempre deja una fábula como esta. No hay una vida adulta y heroica como en la de Hansel y Gretel: Cazadores de brujas (2013), ni tampoco se apega al cuento clásico como en Hansel y Gretel: An Opera Fantasy (1954). Esta reinterpretación de la historia original profundiza en la vida detrás de la hechicera y el empoderamiento de Gretel junto con un fantasioso bosque que le habla y la adiestra. Igualmente, un futuro equilibrio-raciocinio se desarrolla en Hansel, como si de unos niños composta (así llama en algún momento el cazador a Hansel) se tratara, quienes después podrían dar frutos.



«Niños, cuidado con los obsequios, cuidado con aquellos que los ofrecen y cuidado con aquellos que los toman con gran alegría». Gretel y Hansel: Un siniestro cuento de hadas, (2020).






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