Señoritas marchan al compás de una banda de guerra imaginaria en blanco y negro. Son guiadas por una curva de cemento, coronadas con los troncos de los árboles al fondo de esta escena bien limitada que lanza una primera idea: feminismo, siendo este largometraje el pionero en tratar a mujeres provenientes de Lesbos, es decir, el tema lésbico. O al menos parte de ello.
Son los tiempos de Alemania (quizá Prusia) en la inicial década de los noventas. Encontramos un mensaje liberal y opresor en el primer cuadro que presenta la directora del filme, Leontine Sagan. En escasos segundos hay un silencio bien medido; después, el acercamiento hecho para encender las voces de las quinceañeras es altamente reconocible, pues presenta cómo son las chicas (y chicos) a esta edad: imposible que abandonen la plática de sus vidas, a menos que algún superior les arrebate el placer. En este caso, no es sólo perspectiva adolescente, sino que el superior es verdaderamente una soldado: una mujer con estragos y secuelas militares bastante figuradas en cuerpo y alma. Disculpen el atrevimiento, pero cuando miramos escenas similares a estas, seguro recordamos las manadas pastoreadas en los campos de concentración nazis y en tal comparación parece que el gran Führer somos nosotros que sólo observamos cómo se mueve el ciempiés.
En esta historia de señoritas, escrita por Christa Winloe y compuesta con Friedrich Dammann, lo particular es que los padres de las jovencitas son militares o hijas de jubilados. Sin embargo, en este hormiguero netamente femenil, hay una Manuela (Hertha Thiele) huérfana de amor y más de madre. Su tía, la Baronesa von Ehrenberg, la lleva, presenta y deja como cachorro en refugio: llorando y mirando con extrañeza su nuevo hogar, un lugar sombrío (que no lo digo por el blanco y negro), frío y solitario, con poco ruido, de repente no parece un colegio común y corriente. Cabe mencionar que el lugar fue llamado «Gran orfanato militar», ubicado en Postdum, Alemania, ¡Vaya nombre!, queda a la par con el aire estricto que ahí se respira.
Las señoritas comienzan a ubicar a Manuela, preguntan de todo y en ese momento llega Ilse von Westhag (Ellen Schwanncke), una niña entusiasta, ansiosa por vivir, perro guardián de aquel rebaño de ovejas blancas. Al menos así de extrovertida funciona para la historia, pues su carácter va desde anunciar discursos con ponche etílico, enviar cartas de contrabando hasta dormir asimétricamente a las demás, entre otras locuras bien justificadas que la distinguen de las demás, siempre retando al sistema impuesto. Ella, Ilse, es quien le presenta en ideas románticas e idealizadas a la señorita Bernburg (Dorothea Wieck), institutriz tutora que se hará cargo de Manuela. Seguidas de von Westhag, las demás alumnas alardean del alma pura y humanista que carga von Bernburg le advierten que no se enamore.
El film transcurre en el ir y venir de las características juveniles y seniles de la directora (Emilia Unda) y las alumnas. Mientras la directora des Stifts se basa en el pasado prusiano y la concentración nazi, las chiquillas apenas piensan en remendar medias y platicar mientras se visten; del mismo modo, expresan sentimientos a la menor provocación, cual niñas jugando en el parque: dulces y risueñas. Como dato curioso, la película fue prescindiendo de censura en Berlín, París, Londres y EUA (por intervención de Eleanor Roosvelt) hasta que llegó a la Alemania nazi. Obviamente el contexto histórico de la misma está bien inmersa en la contradicción de dicho régimen político, religioso y social, pues el argumento crítico principal a simple vista rechaza rotundamente la maquetación de la mujer como simple máquina amamanta soldados. Bien lo explica y ordena la directora de la institución, haciéndolas pasar hambre, extralimitando contacto con el mundo exterior por medio de cartas, vistiéndolas a remiendos y casándolas con la idea de una felicidad casi extinta, a poquitos momentos de gozo.
Como supondrás, Manuela obedece a sus sentimientos y arrebatos adolescentes, tal es el caso que llega a ser una partidaria de las artes dramáticas con un papel «varonil». Tanto es su deseo hacia la idea del amor platónico lésbico, que rebasa los límites frente a la directora del colegio. Desmaya y, no sabiendo qué ha sucedido la noche anterior, se convence de morir por amor. Todo esto nos envía ciertos guiños míticos como el de Safo, aquella poetisa proveniente de la isla de Lesbos, quien rendía culto a la diosa del amor y la belleza, Afrodita. La poetisa Safo es conocida por aquel mito donde pretende pseudo suicidarse para olvidar la pena y el amor no correspondido[1], suceso parecido al de Manuela; aunque si tomamos en cuenta la edad y las emociones a flor de piel de aquellas compañeras puede resultar una jugarreta que el niño Amor plantó en las niñas ilusionadas con la señorita von Bernburg.
Esta historia ha sido repetida varias ocasiones, de las más conocidas:
● 1951 con Alfredo B. Crevenna
● 1958 con Romy Shneider
En ambas, siguen la misma historia, sin embargo, cambian en aspectos como el visible erotismo de Schneider y la intensidad en la dirección con Crevenna. Agregamos que la primera está disponible online y la segunda ha sido dañada y apenas repuesta y proyectada pocas veces en la Filmoteca de la UNAM.
Por último, Manuela representa la virilidad en algún momento de la película, al mismo tiempo que la señorita von Berburng una figura altamente maternal. Por momentos hay sesgos de ese amor lésbico puro y desinteresado atrapado entre las rígidas reglas de lo correctamente social. Las señoritas de esta institución reflejan la vivacidad de los años mozos, donde el sentimiento prevaleciente en todo momento es el amor, sin juzgar género, edad o condición social. Puede que sea difícil definir la situación amorosa de estas adolescentes, en cambio, el verdadero conflicto reside en el ser humano como ser obediente a sus necesidades primitivas (que no son ni la disciplina ni el orden) y derrumba cualquier muro impuesto para poder llegar al amor deseado.
Puedes ver la película entrando al siguiente enlace:
[1] Redacción. (2019, 13 de abrilla) Safo de Lesbos, la poeta cuya idea sobre el amor y la sexualidad está vigente 2.600 años después. BBC News Mundo. Recuperado de: https://www.bbc.com/mundo/noticias-47881298
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