En diversas ocasiones buscamos una belleza única, especial y duradera. En algunas de ellas se acierta al elegir la belleza espiritual y vivimos con ella hasta la muerte. Sin embargo, otros prefieren los fenotipos más "nobles" y hermosos sin pensar que no durará para siempre o que simplemente verán cómo todo este artificio, tarde o temprano, desaparecerá. El espejo de la bruja, del mexicano Chano Urueta, es una de esas piezas cinematográficas que expresan un mensaje con efectos sencillos, elegantes, sombríos y fundados en las tan entrañables leyendas mexicanas sobre las brujas. No lo hace con el folklore acostumbrado, pero está bien ejecutado.
Cuando miramos por vez primera este film nos recuerda a los inicios de las brujas: cómo lucen, de dónde provienen, qué clase de prácticas anormales hacen, cuándo se pueden ver y a qué ser poderoso sirven. Está bien si comparamos esta película con otras, como la danesa Häxan (1922), a partir de los datos perturbadores sobre la brujería que tanto nos gusta ver y leer. El film tiene como guionista al también director de cine Carlos Enrique Taboada (conocido con Veneno para las hadas de 1985) y Alfredo Ruanova, además de que es producida por Abel Salazar (recordado por El vampiro de 1957). En la fotografía se encuentran Jorge Stahl Jr. y las productoras Cinematográfica S. A. y Producciones ABSA. Todo este equipo fue quien se encargó de darle el toque atractivo-terrorífico, con un estilo bien proyectado para ser los años sesenta. De hecho, cabe mencionar que esta cinta es parte de la Época de Oro del cine de terror mexicano. Películas como El signo de la muerte (1939) y El conde de Montecristo (1942) son predecesores tanto del director como de esta obra en la pantalla grande.
El ambiente se pinta gótico por la estructura de la casa en la que habitan los entonces amantes protagonistas: el doctor Eduardo Ramos (Armando Calvo) y su esposa Elea (Dina de Marco). Luego se torna más elegante con el personaje de ama de llaves, Sara (Isabela Corona), quien es la madrina, consejera, nana y protectora de Elena, además de fiel seguidora de Satán, quizá una influencia de la obra literaria de Fernando de Rojas, La Celestina (1499), tragicomedia con el personaje no protagonista del mismo nombre del libro que se hizo popular por ser una mujer alcahueta y confidente que se enfrenta a la muerte por hacer uso supuesto de las artes mágicas. Se sabe que las dos se afilian para conseguir que Elena sea una esposa próspera y comprensiva con su esposo. Con el tiempo, el Dr. Ramos y Elena atraviesan por una crisis marital que lleva a las dos mujeres de la casa a invocar fuerzas del más allá para resolver el problema, sin embargo, descubren algo más profundo y terrorífico: una verdad siniestra. Entonces llegan los clásicos gritos de miedo junto con una nueva señora de la casa, dejando en un ataúd, más que en el olvido, a Elena. Deborah (Rosita Arenas) es el nuevo juguete del doctor Ramos. Ella, bella y comprensiva desde el principio, después es revelada como un ente de tal fealdad que rechaza cualquier recuerdo de Elena. Mediante un rostro desfigurado por una venganza de ultratumba, junto con Sara, la ex esposa se convierte en la nueva amante en turno. Y sí, los muertos en esta película se revelan en forma física y espiritual.
El blanco y negro en la película crean una atmósfera genuina que se adapta a la historia como anillo al dedo. El uso de los efectos son imperdibles al igual que la figura satánica hecha sombra y roca. Lucifer habla y responde a las plegarias llenas de fe y rencor acumulado en Sara, como una hija que se acusa con su padre; el respeto a Luzbel abunda. En contra podemos decir que los fenómenos sobrenaturales y coincidencias de los hechos se vuelcan en el cliché, no obstante, no dejan de tener consecuencias emocionales en el espectador. Por ejemplo, un fantasma que se aparece a mitad de la noche, un piano sonando por sí solo, flores marchitándose en segundos o un espejo rompiéndose y reparándose al son de un chasquido de dedos son algunos de los momentos en que mayor atención ponemos, y por qué no hasta predecimos, pero al mismo tiempo gozamos en saber que pasará.
Por otra parte, la profanación de tumbas es un tema delicado para muchas culturas y hasta delito, más si el cadáver es robado por completo. En este caso se mira más sofisticado robar cadáveres de la morgue y ahorrarse el trabajo del pico y la pala, aunque la demencia del doctor Ramos es tal que por unas juveniles manos se ensucia los pantalones y soporta el cantar del búho (aunque creemos más en la figura del tecolote como buenos oyentes de nuestros abuelos) a mitad de la noche. El espejo una perfecta representación del narcisismo, el eterno deseo de la belleza infinita que a la vez funciona de portal para "el otro lado", y por si fuera poco, están presentes los casos extraordinarios del Síndrome de Frankenstein, referente clásico literario de Mary W. Shelley, que es el miedo de los hombres hacia la posible rebelión de las máquinas creadas por él mismo[1], o bien el fenómeno mortuorio de la catalepsia, o sea, la sensación de morir por unos minutos y revivir en un momento inesperado, aunque en realidad sea una cuestión médica que explica una parálisis del cuerpo a nivel del sistema nervioso[2].
Como ya comentamos, este filme tiene su chiste, ya que la medicina y la magia negra se contradicen desde tiempos inmemoriales. Por una parte tenemos las maldiciones abundantes en el aire de la casa maldita, y por otra, la ciencia que crea una psicosis en los personajes al punto de morir por causa del desarrollo de algo nuevo que interfiere con la naturaleza humana y no cumple con los ciclos de vida-muerte.
Con los desperdicios de la muerte, estoy construyendo la vida y la belleza.
[1] Romero, S. (2019, 2 de diciembre) ¿Qué es el complejo de Frankenstein? Muy interesante. Recuperado de: https://lamenteesmaravillosa-com.cdn.ampproject.org/v/s/lamenteesmaravillosa.com/que-es-el-sindrome-frankenstein/amp/?amp_js_v=a6&_gsa=1&usqp=mq331AQFKAGwASA%3D#aoh=16029861912356&referrer=https%3A%2F%2Fwww.google.com&_tf=De%20%251%24s&share=https%3A%2F%2Flamenteesmaravillosa.com%2Fque-es-el-sindrome-frankenstein%2F [2] Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23ª ed., [versión.23.3 en línea] <https://dle.rae.es> [17/10/20]
Puedes checar la película en el siguiente enlace:
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