¿Quién dice que el post-hardcore no puede provocarnos un estado de introspección emocional? Satón, banda mexicana formada el año pasado y experta en este género, es un gran ejemplo de cómo la música puede reflexionar sobre ciertos momentos de desamparo, melancolía y negación de la personalidad frente al ojo crítico que nos rodea. Lleno de hienas es su primer LP, siendo, a los gustos de quien redacta estas líneas, una de las producciones más sólidas y maduras del año pasado en el movimiento de la escena mexicana independiente. Grabado, mezclado y masterizado en Vesubio 34 por Miguel Fraino, Lleno de hienas es un material conciso y con una línea temática bien definida. Del material destacan las rolas Transitorio, Sanatorio, Al verlo todo nada veía, Lord Snob y Memoria, las cuales logran la concepción de un trayecto único centrado en la introspección de la vida, la individualidad y el juicio de los pensamientos sobre uno mismo a través del reflejo y la sombra de otros.
Celebrando el nacimiento de este LP, la banda ha presentado, hasta la fecha, tres videos de tres canciones del álbum: Sanatorio, que nos abrió las puertas al proyecto al ser la primera canción publicada previa a su material; Colores Muertos, que explora las imágenes de la ansiedad a partir de fotogramas oscuros y transiciones de luz; y IV, su más reciente video que ahora exploraremos.
Producido por CincoQuince Films e Iniciativa H.U.M. (que también promueve y organiza eventos muy chingones) y dirigido de forma magistral por Daniel Vegmar, IV es un video que define todo un arco argumental y sensitivo referente a la propuesta iniciada por Satón en su primer LP. Publicado el 4 de abril de este año, el video tiene un doble propósito: ser un documental sobre la reciente gira de Satón en México-Colombia del 2019 y denotar la estética de la banda a través de imágenes que se complementan con la propia rola. IV es, a primera vista, un recorrido visual. Paisajes de montañas bajo la bruma, aeropuertos, momentos de espera en mesas de cafés, automóviles avanzando, quietud de edificios y estructuras, peatones solitarios, antenas de señal, gotas de agua cayendo al vacío, pájaros al acecho, anocheceres en fastcam, ventanas irradiando luz, contrastes de oscuridad, mareas turbias, lunas, esculturas e imágenes de la banda bajo una proyección de nubes son un deleite para quienes disfrutamos de una buena fotografía y realización impecable en algún video. Sin embargo, las sorpresas no se detienen en este punto. La propia canción es lo que nos deja entrever el verdadero lenguaje y esencia de Satón.
IV nos recita: “Percibí / Tu mirada sobre mi / Cuando dije que / No podía levantarme / Decepcionado de mis pasos / Cuando dije que / Nunca ví el reflejo / Como los demás / Que no se despertaría mi corazón con el mismo tono / Y que todo lo que quise, / Lo quise solo”. La energía impuesta por el ritmo y la agresividad del post-hardcore se bifurca en varias aristas de acuerdo al mensaje lírico. La reflexión de la individualidad está contrastada por las imágenes del video: la memoria y las vivencias se transforman en decepción de acuerdo a cómo nos percibimos a nosotros mismos. La idealización del mundo se muestra a partir de la soledad, y los recuerdos son meras especulaciones de un cambio y una perspectiva que no encaja en la realidad del otro. IV es por sí misma una canción desoladora, donde el propósito de la agresividad musical se refuerza con la intensidad lírica; es, también, una carta al descubrimiento del yo y de los motivos que nos convierten en seres humanos. Es un recorrido, un viaje expuesto al retorno, y por lo tanto, una excelente rola y un excelente video.
Tómense un ratito para escucharla. Las imágenes son nostálgicas, repletas de una carga significativa que hace de este video una delicia visual. Seguro les gustará. Satón es una buena forma para entrarle a este rollo del post-hardcore. También dense denso con el material completo de la banda; déjense llevar por ese estilo crudo y envolvente que ofrece Lleno de hienas.
Kommentare