Los antiguos dioses regresaron y se llaman Beztia. ¡Qué chingonería de banda! Ya lo he dicho en otras ocasiones dentro de estas reseñas y debo volver a decirlo: pocas veces encontramos un concepto unificado, más que una estética sonora, en la gran mayoría de bandas o artistas, y eso se debe a que este pedo requiere una dificultad mucho más elevada para sincronizar no sólo la música y la lírica de un proyecto, sino un territorio netamente logopeico (diría el buen Ezra Pound). La mente, la cultura y la valoración de ciertas entidades cognoscitivas se vuelven parte de un mismo núcleo en la ambigüedad sonora, produciendo un recorrido que debe escucharse de un jalón para comprender qué carajos se nos está presentando y cuál es el mensaje al que se quiere llegar. Esto es Beztia, una de las bandas de Azcapotzalco más longevas (2009-nuestros días) del post-punk y rock psicodélico/new wave de la Ciudad de México, y esto también es su nuevo LP: In Tlalticpac.
Sin mentirles, In Tlaticpac debe ser uno de los mejores álbumes conceptuales que hemos escuchado en los últimos meses de post-apocalipsis, y qué mejor forma de celebrar este rollo que metiéndonos de lleno a las premoniciones, ritmos e imágenes de la cultura prehispánica mexa para encontrar un nuevo rumbo del New Wave nacional. Ya habíamos elaborado una reseña para los sencillos previos de la banda, Crimental y Espejo, además de comentar sus antiguos álbumes como el glorioso y preciso Nemontemi, y creo que de aquí podemos explicar todo el boom producido con este nuevo álbum. Sin embargo, debo comenzar diciendo que In Tlaticpac es una pinche joyita hecha y derecha. Y pongo las manos al fuego. Este es un trabajo que la banda ha estado promocionando a lo largo de los meses y que además planea convertirse en una herencia de nuestro pasado histórico y en un referente muy cabrón de la música independiente en México.
In Tlaticpac nos mete de lleno al tema predilecto de la banda y a los rincones más funestos y herméticos de esta corriente: la revaloración del pensamiento prehispánico a partir de lo mortal-terrenal. Y neta, qué bien lo hace. Partiendo de una mezcla de sonidos ligados al post-punk, el psychedelic/noise/experimental rock, el shoegaze anacrónico, el ambient precolombino y las emociones líricas de un pasado no olvidado, Ave, Ren, El Negro, Tona y El Jaiba logran conjugar un punto más alto en su carrera sonora. Siguiendo la línea estilística del Nemontemi, la banda recurre en este nuevo álbum a una reinterpretación de sí misma para demostrarnos que todavía tienen cosas que decir y que ejecutar. Flautas prehispánicas y ritmos telúricos se unen a varias guitarras chirriantes, una batería profunda, un bajo inmersivo y una voz aleccionadora para cuajar un trabajo con su propia esencia y varios momentos de misticismo, trips ancestrales y rolas movidonas.
Grabado, mezclado y masterizado por el gran Miguel Fraino en el mítico Vesubio 34 a finales del 2019, In Tlaticpac logra recoger la esencia de Beztia en sólo ocho rolas: Ixiptla, Crimental, Vortex, Tiempo Aire, Errante, Espejo, En La Tierra y Hoy. Pasa algo muy curioso con éste álbum, y es que todo parece un viaje atemporal que va del pasado hacia el futuro. No lo digo sólo por el contenido temático de cada rola y su propia conceptualización, sino por un tema que se inicia desde el propio nombre del LP y en el nombre de cada rola. In Tlaticpac se traduce del náhuatl justamente como la penúltima canción, "(aquí) en la tierra", y puede que esto no sólo sea un viaje por la revaloración del tema prehispánico, sino también como un asunto narrativo-ficcional donde están metidos otros elementos y símbolos del ciberpunk y la ciencia ficción como molde de la estética de la banda en general. Tan sólo tienen que toparse con el video de Espejo; no me pueden negar que esto es ciencia ficción hecha y derecha, pero ahí lo iremos descifrando a lo largo del álbum.
El toque más cabrón que tiene Beztia para demostrar su aprecio por este tipo de conceptos es la energía, la reinterpretación y la sinceridad con que se avientan a expresarlo. No hay pretensión de sacarle jugo intelectual al tema prehispánico, sino que existe un verdadero cariño y afición hacia estos rollos que ya se nos presenta desde la primera rola. Y hablando de eso, ¡qué pinche "rolota" con la que comienza el álbum! Lo escribo entre comillas porque esta pieza es netamente un devenir ambient que nos introduce al concepto del LP. Ixiptla es la introducción hacia el pasado, la herencia y lo terrenal, donde todavía no existe un mensaje en concreto y sólo se perciben los antiguos ecos del paisaje. Casi podríamos decir que es un nacimiento cósmico. Una flauta prehispánica en armonía con unos synths pasivos son el producto de esta rola, y qué mejor forma de meternos a este mood histórico-narrativo que con la llegada de un sonido fuera de lo común y muy acorde a las intensiones sonoras de la banda.
El álbum inicia formalmente en el sonido post-moderno con Crimental, rola que ya habíamos tenido la oportunidad de escuchar y que funciona como una muestra de todo lo que veremos más adelante en el LP. Esta rola tuvo buen impacto en las redes en aquellos días de su lanzamiento y no es para menos. Surgiendo de la distorsión y de un ritmo bien marcado que evoluciona constantemente como una masa primigenia, el álbum arranca su trip desde varios puntos de introspección auditiva y en la creación de un clímax oscuro, detallado e íntimo. Se nota un chingo la gran influencia de este post-punk/noise de ambientes lentos y poderosos, sin embargo, las rolas no se limitan a este género. La experimentación, incluso un shoegaze primitivo-invasivo, juega un papel bien importante en In Tlalticpac gracias a sus cambios de ritmo, tanto así que pareciera que somos espectadores de una antigua danza estelar.
También en este punto ya podemos descubrir cómo es el aullido vocal del álbum. En la reseña anterior de Beztia lo dije y ahora tengo que repetirlo (y reafirmarlo): Beztia utiliza un recurso lírico impresionante para la interpretación de sus rolas. Reconfigurando algunas formas de expresión líricas nahuas como los icnocuicatl (cantos-poemas de reflexión filosófica), además de unos cuantos elementos del huehuetlatolli (narrativa didáctica nahua), In Tlaticpac se muestra a sí mismo como un álbum aleccionador, reivindicador y testimonial de las temáticas que aborda. La voz predomina a lo largo del LP gracias a un tono grave, educador y casi ceremonioso, como si estuviéramos escuchando a un profeta/sacerdote que nos guía a lo largo del viaje. Esto permanece en todo material y le da un toque muy chingón a la experiencia general del álbum.
Vortex viene darle ese toque más post-punk a la variedad de rolas del In Tlalticpac y ya nos mete de lleno a este ambiente sci-fi en el sonido de Beztia. Mientras que Crimental es una rola netamente pedagógica gracias a esa voz lírica que refiere al tema del comportamiento y la libertad ("Tu libertad está condicionada / a lo que ves, / donde incluso / no lo crees. / Tu destino está siendo observado / toda vez / controlado. [...] ¡Cierra los ojos / ante las luces / que te incitan / a desear!"), Vortex amplía el tópico prehispánico con algunas sutiles referencias adimensionales, como si se tratara de un viaje atemporal del que apenas se recuerda un parpadeo: "Cada día al despertar me pregunto al observar / todo parece vibrar ante el facto de continuidad. / La corriente de aire forma una espiral / entre dimensiones de esta realidad". La bataca es ágil y gracias a ella nos transportamos a un nuevo mood en la estética de la banda, además de que las guitarras y el bajo complementan la idea del vórtice al acercarnos a varias distorsiones que poco a poco nos hunden en el centrifugado de la pieza.
Con Tiempo Aire se cambia todito. Ya no nos encontramos en las periferias del abismo como en las rolas anteriores, sino que ocurre un espectáculo auditivo que ya se acerca mucho más a este noise-psicodélico que en lugar de bajonearnos, nos expulsa. Tiempo Aire le hace justicia a su nombre y nos brinda un pazón de levedad donde el paisaje etéreo de las deidades se manifiesta como parte de la ofrenda sonora: "Yo sólo te veo / cuando no surcas el campo celestial. / Y sólo me veo / allende a ti. / Viviré. / Vive". La voz en esta rola es meliflua, alejándose de la figura grave-profética para posicionarse en un carácter individual, subjetivo y vívido sobre la periferia del mundo. La siguiente canción, Errante, también recurre a esta construcción pedagógica como en rolas anteriores del álbum, pero se siente, y se escucha, mucho más ágil y rodeada de un dinamismo que le va muy bien al ritmo del LP. El noise se presenta de una forma majestuosa, culminando un camino de pasividad post-punk para encontrar un nuevo método exploración hacia la desidia, la apariencia, la fatalidad y la transformación de la vida: "Luchando por contrarrestar la perversión de la inocencia / de los que no han podido hablar / por los que no quieren mirar / y que muchos temen nombrar. [...] Si de mi planta tomo una flor por un momento estaré mejor / pero si con mis manos riego, así podré verla crecer".
Espejo es para mí la rola insignia de este álbum. No podemos negarlo: esta rola es una chingonería para delimitar cómo los diferentes géneros de la banda se unifican y se complementan. Gracias a una agilidad-agresividad lírica, flautas prehispánicas en su máximo esplendor, guitarras densas, un bajo inquietante y una batería eufórica, Espejo combina los factores ya establecidos del post-punk y los degolla con varios destellos de adrenalina psicodélica, continuando con el recorrido temático sobre la consciencia, la mentira y el descubrimiento repentino: "Cuestiona o asiente, si tú eres de gente / que acciona la forma de ser indiferente. / O si te conduces como el que aprende / a mirar de frente". Tenemos que admitir que uno de los grandes elementos de Beztia es la línea del bajo, que casi siempre lleva el panorama de las rolas a otro nivel; Espejo no es la excepción. Desde el comienzo de la rola surge esa vibración nata del bajo, y de ahí se va amarrando toda la construcción simbólica-sonora a lo largo del álbum.
El paisaje ambient vuelve de forma parcial con la rola homónima del LP, En La Tierra, pero es muy distinta a lo que ya hemos visto en partes anteriores del álbum. La rola está invadida por un contexto tecnológico, podríamos decir; su mensaje está condicionado ya no por las flautas arcanas y los sonidos prehispánicos, sino por un escenario más crudo y frío, limitado a partir de una onda expansiva de synths, lamentos y el bajo. Pareciera más un especie de conducto hacia la rola final del LP, pero individualmente tiene mucho que decirnos como contrapunto a los elementos de "antaño", simulando la caída hacia las tierras del presente-futuro mortal.
Finalmente, el LP cierra con Hoy, una rola que podría ser la mayor explosión inmersiva, emotiva, purificadora y fulminante del In Tlalticpac. Hoy es a leguas la rola más subjetiva del álbum, y tanto su nombre como su contenido ya puede indicarnos de qué habla: la liberación espiritual-psíquica. La rola es un ir y venir de distorsiones y arritmias que, en conjunto con el discurso declamatorio, nos presentan la reformación del ser: "Estoy liberándome / de lo que no me deja ver / más allá del exterior. / El momento para lo que quiero ha(ser) / es hoy". Para mí, un gran cierre para un álbum lleno de momentos de fatalidad e introspección natural, junto con ese toque de viaje de astral que le va muy bien a los sonidos y temáticas implementados por Beztia.
Si nos ponemos a pensar un poquito descubriremos que Beztia no sólo está lanzando el post-punk y el noise rock a un punto atípico de la escena independiente, sino que construye una historia propia para su nuevo álbum. Todo el In Tlalticpac ha sido esto: un recorrido del pasado hacia el presente para rememorar la caída de la identidad y las diferentes mierdas físicas que nos roen. Conforme avanza la estética del álbum, la voz ficcional-profética se inmiscuye poco a poco en las banalidades y mentiras, para finalmente despojarse y convertirse en un cuerpo libre. En cuestión de segundos, el álbum se convierte en una cosa deliciosa de escuchar, pero mucho más chingona de comprender y valorar.
La fusión de los elementos contemporáneos con el ideario nahua le otorga un gran valor emocional y crítico a este LP, tanto así que llegamos a empatizar con las líricas o los sonidos de forma inesperada. Y creo que aquí mismo podríamos meter la idea de la ciencia ficción: In Tlalticpac es gran poema épico sin quererlo. La danzas, los conjuros, los ecos y la trascendencia del espíritu son los elementos que guían el camino de este álbum, y creo que eso es lo más cabrón en el trabajo de la banda. El viaje subjetivo nos mete a hablar de dimensiones, atemporalidades, encuentros místicos, experiencias incorpóreas, paisajes mortales, etc., y con ello nos topamos con nuestro pasado y nuestra propia raíz sonora. Sin dudarlo, In Tlalticpac es un álbum que merece ser escuchado y analizado por cada uno en la intimidad; es una experiencia única que seguramente nos va a dar varios indicios para comprender quién chingados somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
Me la pasé muy a gusto con este álbum. Pareciera que estás dentro de un viejo cuento de nuestros ancestros, con esas pequeñas referencias hacia mundos paralelos y un lenguaje poético muy cabrón que en verdad enriquece la experiencia general de este trabajo. Creo que pocas bandas se aventarían a retomar este tipo de temas y estilos líricos para realizar un trabajo en la actualidad, y está muy chingón que Beztia lo haya hecho desde la concepción de su proyecto hace ya algunos años. Retomar las grandes formas de nuestros antiguos maestros y poetas siempre va a causar curiosidad, además de que le da un toque muy especial a la forma en que concebimos un álbum, una rola o una idea. Tienen que toparse con este y las demás canciones de la banda; puede que allí encuentren algo más que sólo música. Y no puedo esperar a escuchar este nuevo álbum en vivo, ya sea aquí en la tierra o en las profundidades del Mictlán, chingándome una chela con los murciélagos que allí habitan. Sin lugar a dudas, In Tlalticpac es la guía definitiva para conjurar un rito en cualquier tarde de otoño.
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