Aaah, nada mejor que los trips cotidianos para comenzar la semana. Seguimos en el tiempo de la nueva normalidad (aquí en México, claro) y cada vez aumenta la necesidad de explorar nuevos rincones para saciar nuestro apetito sonoro y nuestros constantes encuentros con el aburrimiento y el estrés. Gracias a Discos Panoram hemos tenido una buena variedad de rolas, en diferentes géneros, que nos han acompañado en nuestros momentos de alegría o de tedio dentro de la post-pandemia, y ahora llega el turno de Andrés Arzate, un músico y productor increíble quien está estrenando un nuevo sencillo, Esperar, una rola netamente pegajosa que, como indica su nombre, nos remite al sentimiento del hastío al encarar nuestras situaciones más desesperantes, adversas y, afortunadamente, efímeras en ciertos declives cotidianos. Además de Andrés, esta nueva rolita contó con la participación de Andrea Franz con algunas voces, Abel Bucio de El Muchacho de los Ojos Tristes, Alex Patri de Montecoral y de Mariana Uribe de Ayer Amarillo en la batería, logrando en conjunto una ejecución bien divertida y armónica de esta rola.
Escribir sobre la nueva rolita de Andrés Arzate es una experiencia emocionante en ciertos aspectos porque no estamos frente a un tratamiento superficial del tema de la espera, sino que todo se conjuga en diferentes niveles que exploran un paisaje líricamente depresivo que contrasta con una esencia colorida y motivadora sobre el proceso de la desidia mediante la música. Ya desde sus rolillas anteriores, Todo Mal y Feliz, Andrés había explorado diversos escenarios de intensidad tripeante que terminan por describir algunas situaciones de la vida diaria con las que podemos toparnos en algunos momentos inesperados. Todo Mal fue la primera rola de Andrés con la que me topé, y poco a poco se ha convertido en una experiencia gratificante y dinámica con la que se puede traspasar (o aceptar) un mal momento del día o simplemente disfrutar de un espacio psicodélico y melancólico; me parece una gran rola para delimitar este surf/punk/rock con el que Andrés describe una que otra situación desesperada o un pensamiento alarmante, y con Esperar esta situación no desciende, sino que se vuelve más evidente y con una vibra distinta.
Estas rolitas son tan movidas que yo siempre las pongo en la chamba y al parecer a todos les late este mood con el que Andrés arremete contra la realidad. Un buen compa me llegó a decir que es el Mac DeMarco mexa, y creo que algo de eso podría ser influencia en las rolillas de Andrés, pero no podemos negar que su estética lírica-sonora se va por un rumbo independiente y bien ejecutado donde el pesimismo nos aguarda como un recordatorio de nuestra normalidad. Con algunos momentos de psicodelia instrumental donde encontramos varios ecos guitarras, un bajo intensivo, una bataca apaisada y una voz íntima y sulfurante, Andrés nos muestra una faceta muy cabrona sobre la dualidad de la vida: la plenitud y la desgracia. Esperar es el ejemplo perfecto para representar esta idea, y el compa no se equivoca cuando habla por todos nosotros: "No estoy solo, / a nadie le gusta esperar". Sobre todo en estos días de contingencia y demás mierdas, la rola de Andrés cae como anillo al dedo para describirnos este ambiente desolador y, de cierta forma, melancólico de estar encerrados en casa, esperando la próxima reapertura del mundo tal y como lo conocíamos. La concepción sonora de Andrés nos lleva a recordar esos momentos de felicidad, tristeza, agonía o esperanza desde un punto de vista subjetivo, en el que todos somos partícipes gracias al declive sonoro y a la fantasía que nos aguarda en la impaciencia. Todo Mal es para mí esa rola que nos hace pensar definitivamente en la doble condición de la vida, donde al fin de cuentas debemos aceptar cómo es que la realidad termina jodiéndonos de una forma u otra: "Ponte a pensar / Que no eres inmortal / Que perder es natural / No lo puedes evitar / Mal, todo mal".
Aunque Esperar aborde una perspectiva pesimista de nuestro día a día, no se presenta mediante un ritmo desesperado, sino con una vibra positiva que nos hace pasar por varios paisajes melifluos donde la danza se vuelve el punto fuerte de la canción. Esto no es un elemento nuevo en la música de Andrés Arzate. Realizando un recuento con sus rolas anteriores, encontramos que el proyecto da la cara por situaciones adversas dentro de su lírica, retomando esas ocasiones donde nos agarran las prisas, el ansia, el desamor o la desidia, y donde sólo nosotros podemos consolarnos desde el elemento de la música. Esperar es una rola que nos enseña cómo la contrariedad sólo está limitada por elementos subjetivos, de los que cada uno puede librarse con un pequeño empujón de desmadre o de trips divertidos, densos y escurridizos.
Definitivamente tienen que darse un pazón con la nueva canción de Andrés y con todos sus sencillos anteriores, porque cada uno de ellos nos mete a un mundo de reflexión y ritmos dinámicos y emocionantes. Pueden chutárse su música en varias plataformas, pero yo recomendaría que lo hicieran en YouTube; los videos del canal de Andrés son cosas bien locas y repletas de ese ambiente lisérgico con tintes mágicos y sutiles. Si les laten estos videos al estilo noventero con filtros televisivos y vestimentas al mero estilo de la psicodelia rock, Andrés Arzate es para ustedes. Sus rolas son joyitas definitivas para seguir en este mood del post-apocalipsis.
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