Hoy en día tenemos más cercanía con algunos géneros melancólicos, digitales y abismales como el synthwave o el indie. Son sonidos a los que nos hemos acostumbrado paulatinamente, dándoles un peso increíble a pesar de su aura "desconocida" e "independiente", y eso para mí le da mucha variedad a la música que escuchamos regularmente. Sin embargo, pocas veces encontramos un proyecto de vaporwave (o algún otro género afín) que no esté totalmente ligado a las peripecias sonoras y a los encuentros neo-depresivos; es casi una marca de "calidad" para este tipo de sonidos enfocarse en la exploración ambiental de sintetizadores y decaídas under. Con toda la ola de artistas independientes en Bandcamp de vaporwave/syhtnwave/indie es aún más complicado encontrar artistas que salgan de ese círculo de creadores internautas y de este tipo de sonidos, y a pesar de ello todavía podemos encontrarnos una que otra sorpresita repartida por los confines de la internet.
Dentro de todo este universo de artistas independientes vaporwave-indie encontramos a El poeta y la musa, un proyecto sonoro-artístico español liderado únicamente por Diego Roldán que, a diferencia de otros mareos del género, no encuentra su punto de expresión en una melancolía eufórica, sino en una conceptualidad que recupera grandes paisajes literarios-musicales y los expone en piezas armoniosas, lumínicas y enfocadas en el género indie rock. Con varios sencillos, un EP y demás sesiones colgadas por ahí, no hay que caer en el prejuicio con El poeta y la musa; a pesar de tener esta faceta ligada a los géneros proto-analógicos del vaporwave, la naturaleza sonora del proyecto de Diego reside en una constante combinación y desarrollo de géneros y perspectivas auditivas. Pasando del indie rock más afable al downtempo y regresando a una mezcla de poética shoegaze-doomer con destellos de música electrónica experimental, El poeta y la musa es un increíble ejemplo de cómo sincronizar un sólo proyecto con diversas vertientes y una vibra enérgica-celeste.
Miedo al vacío, el álbum más reciente de El poeta y la musa estrenado en enero de este año, también es un buen ejemplo para expresar cómo es la estética de este artista. Integrado por Si el viento cambia, la homónima Miedo al vacío, Zurriola, Quédate a mi lado y No mires a los ojos de la gente, Miedo al vacío es un álbum multifacético en cuanto a sus intenciones porque inicia de una forma y termina en otra. Comenzando como una apuesta muy bien ejecutada del indie rock "tradicional", poco a poco el álbum va transformándose en un recorrido vaporwave que mantiene un mismo núcleo de existencia furtiva. El álbum se desarrolla como quiere: por momentos es muy alegre y dinámico, y por otros se convierte en un trip mucho más nostálgico, ayudando a balancear el desarrollo sonoro y convirtiéndose en un trabajo orgánico, real y sincero. Yo diría que este álbum es un gran exponente de sus géneros y una búsqueda increíble por desarrollar un universo personal del indie-vaporwave; una chulada!
La lírica de este proyecto es otra cosa excepcional. Tomando como inspiración la tradición española (en cierta medida y con un par de rolas como Contracorriente) y también una subjetividad que roza lo omnipotente, Diego desarrolla temas como la soledad, el encuentro, la identidad, la inseguridad y la búsqueda a partir de una focalización bien marcada que nos habla desde la experiencia: "Nada podrá salvarte / No sabes lo que es perder algo que nunca has tenido / No sabes lo que es temblar al filo del precipicio / Y todas esas tristes palabras ahora se queman en tus cuadros / Nunca supe cómo decirte / Quédate a mi lado" (Quédate a mi lado).
A pesar de ser netamente un proyecto de indie rock combinado con otro buen puñado de géneros digitales, El poeta y la musa no pierde ese curso artístico que lo hace sobresalir dentro de su propia estética. Por estos motivos, y también para añadirle una visión más íntima a las intenciones del proyecto, Diego nos concedió una entrevista a distancia donde hablamos un poquito de sus influencias, el desarrollo de su EP debut y su desarrollo conceptual como artista. ¡Pasen a chutársela y converjan en las diferentes mutaciones y abismos tecnológicos de este proyectazo!
¿Cómo inicia el proyecto artístico-sonoro de “El poeta y la musa”? ¿A qué se debe este nombre tan pintoresco y ligado a la creación literaria?
Tenia varios proyectos musicales abiertos y en pleno estado de creación, pero la llegada del Covid los freno de golpe. Llego el duro periodo de la cuarentena y tenia varias canciones en un baúl guardadas. Dentro de la tormenta, vi que fue el momento idóneo para arrancar el proyecto y al final se transformó en un EP, que recorre mi experiencia en relación con el año 2019. Me gusta reivindicar en mi discurso el concepto de creación artística sin precedentes, de allí el nombre del proyecto, que esta relacionado con la capacidad humana de creación del artista en diálogo con sus fuentes de inspiración.
¿Cuáles han sido tus principales influencias (en cualquier expresión artística) para desarrollar el sonido de El poeta y la musa?
Mi familia, mis amigos, la naturaleza, la decadencia humana, el amor, el existencialismo...de todo recibes influencias de algún tipo. También estudio musicología en la universidad, allí me cambió por completo la forma de entender y estructurar la música por completo. En el ámbito musical, en general escucho de todo, no hago asco a ningún género de música, todas tienen algo que aportarte y enseñarte, desde Daft Punk, Bad Bunny, El Madrileño...hasta compositores de música académica contemporánea como Steve Reich. Bien es cierto que en Miedo al Vacío se ha decidido introducir sonidos entre orgánicos y electrónicos, pero en ese aspecto no quiero estancarme allí, me gustaría hacer en este próximo trabajo algo completamente distinto. En lo visual y estética me gusta jugar con el video-arte y la conceptualidad.
Tus canciones abordan diversas imágenes ligadas a la exploración existencial, el amor y el descubrimiento de los demonios internos, ¿cuál ha sido el camino creativo que te ha llevado a componer sobre estos temas?
Son tres pilares que tuve muy presente en un determinado momento de mi vida, el existencialismo y los demonios internos nos acompañan desde nuestra mas tierna edad, va ligado intrincadamente a la evolución como personas. Y luego existe ese amor, que te eriza la piel, que crees que te salva, que luego duele... Son temáticas que nos acompañan absolutamente a todos y quería dar mi punto de vista en las letras, para generar debate, comprensión o paz. En parte fue algo duro, en canciones como Si el viento cambia relato mi tendencia a la cobardía, la inmadurez y la timidez, una declaración de intenciones muy clara aunque necesaria. Tienes que conocer tus propios demonios para crecer con ellos y poder crecer, intento huir todo lo posible del estancamiento en todos mis aspectos vitales.
El proyecto persigue y muta diversos géneros como el indie rock, el synthpop, el downtempo y el vaporwave en su búsqueda estética, ¿a qué se debe esta fusión de perspectivas sonoras y cómo te han funcionado para cada una de las etapas de tu música?
Anteriormente nunca solía mezclar estilos en una sola canción, en ese aspecto era muy insistente, creaba canciones con sonidos orgánicos por una parte y por otra únicamente electrónicos. Un día, el padre de una amiga me dijo, si mezclaras las dos vertientes podrías crear algo interesante y ahí se me encendió la bombilla. Me interese mucho por el movimiento revival del synthpop y synthwave ochentero pero por otra parte tampoco quería abandonar sonidos orgánicos clásicos del pop rock asique decidí juntarlos en este EP, juntando lo analógico y lo digital para mantener con coherencia el discurso del ámbul completo. En Zurriola por ejemplo me gusto la idea de juntar las guitarras con los beats samplers y sintetizadores creando una estética mas acorde con la idea principal sonar que quería tener en el álbum. El tributo a Golpes Bajo lleva el tema original hacia un mensaje mas ligado al downtempo y el pensamiento doomer. Bien es cierto que Quédate a mi lado tira mas hacia lo orgánico, aunque el mensaje que quería transmitir con la temática de tema va muy vinculada con el sonido de esta.
El poeta y la musa estrenó en enero su EP debut, Miedo al vacío, ¿qué representa para ti este EP y cuál fue tu proceso de composición-producción?
Un debut muy especial para mi!, representa un año entero de mi vida que va desde el mayor temor existencialista hasta la salvación, el amor. Maneja parámetros muy dispares a nivel global y representativo de lo que soy realmente, funciona como un espejo. Fue un proceso largo, con mucho mimo y trabajo, desde Marzo hasta Noviembre de 2020. Trabajando en los sonidos y parámetros estéticos concretos e intentando salir de mi zona de confort. Siempre estoy huyendo de mi pasado y lo que hice, no me gusta e estancamiento, mi nuevo trabajo será muy distinto a este.
¿Cuál ha sido tu experiencia a partir del estreno de este nuevo álbum?
Muy positiva la verdad!. Estoy encantado con el resultado final y la gente que lo ha escuchado en general le ha molado un montón. A algunos periodistas musicales les ha gustado, pero si que es cierto que me tachan de llorón y excesivamente poético jajajaja ¡La vida es cruel joder!, yo creo que escribo canciones bastante optimistas jajajaja. La idea era empezar a hacer shows, pero con la mierda del Covid lo veo muy complicado, pero bueno, mas pronto o mas tarde se empezara a mover el mundo de nuevo.
Una de las cosas más curiosas de tu música es el estilo lírico, mismo que implementa muchísimas imágenes cotidianas-conceptuales para crear un ambiente único en cada canción, ¿cómo es que realizas y mezclas este juego textual con tu estilo sonoro?
Me empecé a interesar y a estudiar el contenido de las obras artísticas, antes me fijaba solo en el envoltorio. El video arte me cautivó y empecé a mezclarlo con conceptos que aprendí durante la carrera, por ejemplo el videoclip de Si el viento cambia es una recreación de un bodegón del siglo XVII con objetos y simbología vintage. Me gusta jugar con conceptos románticos, contemporáneos en conjunto con el discurso conceptual.
Una de tus canciones más recientes es Contracorriente (Casida de la Muchacha Dorada de Lorca), ¿Lorca tiene influencia dentro de tu creación lírica o es una figura de inspiración para seguir creando música desde tu tradición española?
Lorca me parece uno de los mayores genios creadores a nivel global, es un verdadero maestro. Dudé en hacer la canción y publicarla debido a que le tengo un respeto enorme. Tengo cierta influencia de este en las letras junto a otros grandes autores como Jorge Manrique. Me gusta influenciarme de esta generación de poetas españoles brillantes, me gustan como veían el mundo y su relación con el. También busco resaltar la figura de estos autores porque en parte son parte de nuestro legado como país y su lucha contra el fascismo que tanto dolor y sufrimiento provoco a nuestro pueblo.
¿Qué es lo nuevo que viene para tu proyecto, musicalmente hablando? ¿Seguirás por este camino indie/synth o te gustaría explorar nuevos géneros-sonidos?
El nuevo trabajo que estoy realizando, que en principio seria un disco, mezcla un poco música popular española, synthwave, punk, indie rock y house así en términos generales. De momento hay dos adelantos que son Bailando con el fuego y Contracorriente. En Abril sacaré Valiente y Tokyo 8.0 y el resto en Marzo. La idea es explorar nuevas texturas, sonidos e instrumentos y cambiar la tematica de las letras, quiero abandonar ese pesimismo existencialista y centrarme en otros aspectos como la tensión sexual, la contradicción, la generación doomer, la desinformación, la familia…
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