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Foto del escritorEnrique Chávez

Bailar para reforzar la amistad: The Breakfast Club

Por Darla Abad



Sábado 24 de marzo de 1984 en la mítica secundaria Shermer, Illinois. Este es el paisaje con el que abre esta cinta dedicada a la podrida adolescencia que tuvimos. Digo tuvimos porque ni las princesas se salvan, aquí una prueba de ello. Además de comenzar con el tema Don't you (Forget about me) de Simple Minds, banda del Reino Unido que cobraría fuerza después de haber interpretado el tema para ésta película, también hay un discurso interesante plagado de imágenes/referencias fuera y dentro de la película. Comienza la escena donde cinco chicos llegan en auto (a excepción de uno), listos para pasar ocho jodidas horas en detención.



Luego de ver la intro que dan los padres diciendo cosas como "Inventa una forma de estudiar" o "Ninguna escuela otorga beca a los indisciplinados", hallarás una especie de conexión. Seguramente te remitirás a la época donde los cambios hormonales estaban a full y tu cuerpo se topaba con todo, sino es que ya estás en ese obscuro panorama. En fin, el fallecido director, John Hughes, ofreció en el año de 1985 esta película con temas explícitos e implícitos de encierro, castigo, estatus social, violencia (familiar), estereotipos, suicidio, entre otros derivados de los ya mencionados. Estos tópicos y otros detalles ejercen presión sobre cada uno de los personajes tan distintos y memorables de El club de los cinco.


Después nos presentan a los cinco principales; Andrew (Emilio Estevez), el chico atlético; Claire (Molly Ringwald), la princesa o reina del baile; John (Judd Nelson, quien se tomó muy en serio su papel al grado de molestar a sus compañeros de rodaje), el vago, criminal y tal vez hoy un fuckboy; Brain (Anthony Michael Hall), el niño nerd; y Allison (Ally Sheedy), el caso clínico o rara del salón. The breakfast club lo conforman personalidades arquetípicas, desde luego. No es un capricho o alguna forma despectiva de llamarlos así, ya que ellos mismos y el espectador los calificará con comportamientos basados en la experiencia personal, incluso puedes pensar que esta clasificación llega a ser relativa, pero es entendible. Hasta podríamos decir que este filme deja ver a los hombres como ganadores y a las mujeres unas puritanas, por supuesto desde el punto de vista de los padres.


En un principio hay insultos, retos, miradas incómodas, silencios que dicen mucho a los 16 años de edad y claro, lo que cada quien almuerza. Mientras alguien come sushi, el otro sólo toma una Coca Cola; a eso añádele desórdenes alimenticios y dietas extremas para un campeón. En este punto entenderás y podrás definir mejor a cada uno de los personajes. Definitivamente "eres lo que comes".



Primero hacen algunas pequeñas travesuras como descomponer una puerta, fumar marihuana, romper inmobiliario de una biblioteca de en sueño con tocadiscos incluido, pelear entre ellos, burlarse de sí mismos, retar al director encargado, etcétera; y segundo, pasadas unas horas, comienzan los altos y bajos. ¿Recuerdas cuando llorabas y decías odiar a tus padres por ser como eran contigo?, bueno, no preguntes, la diferencia es que aquí eran cinco adolescentes con el mismo problema tratando de darse respuestas entre ellos, donde al final, obviamente, no encontraron una en concreto en su lapso de bajón: desintoxicación comunitaria.



Los chicos se han dado cuenta del origen de sus problemas, hay un poco de ironía y sarcasmo en ello. No saben cómo resolverlo, sin embargo, suena una canción de Karla Devito, We are not alone. Ellos ya no se sienten solos. Se miran algunos pasos de baile que expresan liberación y personalidad, además de ser de las mejores escenas con las que te toparás en la película.




Por último, la amistad tiene un nuevo significado, pero el clímax de ésta película nos deja en la incertidumbre: no sabemos cuál será el rumbo de esta nueva amistad. Es sábado, los chicos no tenían nada mejor que hacer en casa y no saben qué es lo que pasará el próximo lunes y la leyenda de I don't like mondays cobra sentido. Pues hasta hay una canción inspirada en ella.


Te invito a que navegues, una vez más, en éste tipo de introspección dolorosa y divertida con El club de los cinco. Revivirás algo de tu miserable adolescencia y disculpa si te ofende, pero si algo tiene este drama es el aliviane y un espejo de lo que fuiste o serás.






"...and these children

that you spit on

as they try to change their worlds

are immune to you consultations.

They're quite aware

of what they're going through…"

David Bowie

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