"As The Moon Sets" de OSBAWD: la nueva ola del emo nacional

Debemos reconocer que aquí en Meméjico tenemos un gran universo de bandotas emo desde hace ya un par de años. Y no nos estamos refiriendo a ese tipo de bandas más ligadas al emo físico-dosmilero-darketo, sino a verdaderos exponentes de un género que se nutre del punk, el math rock y el hardcore para lograr varias manifestaciones de la fantasía, la agresividad y lo telúrico en condiciones estratosféricas. Aunque el género emo todavía tiene sus detractores en cuanto a su verdadera esencia, no podemos negar que posee un estilo muy reconocible para los que ya estamos un poquito más metidos en la historia sonora del emo noventero, con bandotas tipo Ribbon Fix o The Newfound Interest in Connecticut, y también en la onda de la escena independiente en el país; bandotas como Caravan Havana, Bangladesh, Cazamos Cometas o Sureste lideran actualmente ese estandarte del emo-math rockero en el que las guitarras, los bajeos y los ritmos intangibles provocan una deconstrucción increíblemente fresca de esos momentos de melancolía, frenesí e introspección musical mexa. Según mi caso personal, este escenario neo-emo es de las mejores cosas que pudieron haberle pasado a la escena independiente en nuestro país; nadie podrá igualar esos momentos de desvergue irrepetible que se vive dentro y fuera del escenario.

Y ahora, con todos estos desmadres y explosiones del nuevo emo mexa, surge el camino de una de las bandas emergentes más vergas de la ciudad de Puebla: Our Sun Becomes A White Dwarf. Qué pinche bandota tenemos frente a nosotros! Desde que lanzaron su primer álbum hace apenas un par de meses, el homónimo Our Sun Becomes A White Dwarf (2020), ya tenía ganas de armarles una reseña para estos compas y su increíble música; por pendejo ya no lo hice y ahora es tiempo de redimirme y armarles algo como se merecen, porque eso sí, la música de esta bandota es uno de los mejores ejemplos de cómo cuajar un math rock desde esa aura propia del género emo. A fin de cuentas estos géneros son altamente compatibles y equiparables, pero armar un sonido y un paisaje general que se escuche dinámico y enternecedor sí que tiene su chiste y esta banda lo logra desde rincones muy específicos y movidones de su propia instrumentalización.

Es muy fácil empatizar con el estilo emo/post-math rockero de la banda porque se nutre de múltiples perspectivas que nos resultan íntimamente familiares y a la vez novedosas. Estructurándose a partir de un emo que evoluciona a pasos agigantados desde una perspectiva solemne, inquietante y bien calibrada, Our Sun Becomes A White Dwarf es un proyecto que destaca gracias a los sonidos más clásicos del math rock: guitarras intuitivas, bajos poderosos, baterías dulces y una mezcla bien armada de sintetizadores adimensionales arremeten contra nosotros desde un ruido ágil, sincero y rodeado de una física altamente presencial y liviana. Our Sun Becomes A White Dwarf es una de esas bandas que concentran los golpes del math rock desde la periferia de los tappings, las progresiones de riffs-ritmos y los periodos de ataque/defensa, logrando un sonido demoledor e instrumental que te deja noqueado desde un principio y que continúa hasta al final de cada rola.

Ahora, la banda poblana emerge de nuevo gracias al lanzamiento de su segundo EP: As The Moon Sets, un álbum que demuestra cómo ha sido la evolución del math rock mexa en los terrenos de la nostalgia, lo paulatino y lo extrasensorial. Producido, mezclado y masterizado por Mauricio Guerra, personaje que también encarna el one man band para este proyectazo, As The Moon Sets es un EP definido desde sus propios colores y una sensibilidad muy cabrona para diagnosticarse a sí mismo como parte indispensable del movimiento emo mexa. Para no hacerlo tan técnico: el álbum es una joyita; no por nada chingos de compas de otras bandas y medios han destacado a este álbum como la nueva ola del emo nacional debido a sus atributos sonoros. Pocas veces encontramos un balance equitativo entre la arritmia y la mesura en géneros como el math rock, y sin embargo los álbumes de Our Sun Becomes A White Dwarf logran darle ese toque melancólico y denso a cada una de sus rolas y a su estilo en general.

Integrado por Shimmer, Listless, Interlude y Will It Ever Get Better?, el nuevo EP de Our Sun Becomes A White Dwarf se convierte en una verguísima extensión del math rock de la banda a partir de un estilo que continúa con las persecuciones y mareos de su álbum anterior. Siguiendo con la línea estilística del proyecto, este nuevo trabajo se presenta como un punto y aparte que resquebraja y refuerza las antiguas búsquedas sonoras de la banda. Entrando mucho más en este ambiente previo de sintetizadores-cajas de ritmo y jugando con las levitaciones de los demás instrumentos desde una distorsión controlada y los paisajes proto-futuristas, As The Moon Sets es un álbum redondito, especial y enérgico que sitúa su sonido en múltiples enfoques y simulaciones para brindarnos una mezcolanza de madrazos y sobaditas math rockeras.

As The Moon Sets es un álbum curioso porque se desenvuelve a partir de múltiples facetas, estilos y detonaciones premeditadas que le sacan jugo a su contenido. Desde la primera rola, Shimmer, entendemos que el estilo de la banda está centrado en este tipo de math rock más sutil y atmosférico, muy al estilo del cuento austin-tvriano pero agregándole algunos toques más personales y kinestésicos donde se le da prioridad a las secuencias, las pseudo-distorsiones y las experimentaciones ambientales. Nada en el álbum se siente fuera de lugar; de hecho, es demasiado automático en el sentido de que nos lleva por varios momentos de desgaste o de delicadeza, permitiendo respirar a cada una de sus rolas y presentándonos varios momentos que catalizan o disminuyen la presencia auditiva del álbum. As The Moon Sets es, literalmente, un juego de tiempo en donde el math rock se debilita o se expande según la destreza de sí mismo y de sus intenciones.

Podríamos decir que el álbum está compuesto por dos momentos que se presentan en cada una de las rolas. Por una parte, tenemos esta aura más electrónica donde se privilegia el uso de sintetizadores y cajas de ritmo, logrando varias pausas y prólogos más envolventes que dan paso a la verdadera naturaleza del álbum; y por la otra, la corriente netamente math rockera donde existe una furia innata que controla el devenir de cada instrumento. Lejos de ser una miscelánea inconexa, esta combinación sonora es de las cosas más chingonas en As The Moon Sets porque le da una fluctuación natural y, hasta cierto punto, humana a cada rola, logrando que las introspecciones y devastaciones del álbum se generen desde atmósferas más repentinas y sorprendentes, pero cálidas. En síntesis, As The Moon Sets es un trip guiado desde la mesura, la conexión emocional y los encuentros esporádicos con la imagen mediante instrumentos imparables y un amor oculto al desmadre math rock.

De cualquier forma (y sin dudarlo ni un momento), Our Sun Becomes A White Dwarf es una de las bandas emergentes de math rock más poderosas dentro de toda la escuelita del emo en la escena nacional. A pesar de tener, relativamente, pocas rolas, la banda nos plantea desde el inicio un proyecto sólido, comprometido y llevado a los extremos de un género ya común dentro del escenario de los proyectos mexas. Es indudable la influencia de sonidos y bandas convergentes dentro de estos desmadres genéricos como DJ Perro (poblanos, también) o Austin TV en su faceta más neo-electrónica, pero no hay que perder de vista que Our Sun Becomes A White Dwarf lucha por sobresalir como una de las bandas mejor cuajadas del math rock nacional y lo logra mediante un álbum extremadamente divertido, entrañable y flexible. A pesar de estas influencias, la banda jamás se inclina totalmente hacia ningún extremo; todo lo contrario, logra trazar un camino propio donde la desventura, el juego sonoro y la inmersión terminan por crear un proyecto increíble y verguísima que nos muestra cómo el emo puede surgir de diferentes rincones y visiones claroscuras.