“Antes dolía, ahora solía” de Huéspedes: pensamientos que creemos que creíamos (o la lobotomía del pasado). No cupo todo el título alv
Jajaja Me da risa comenzar este pedo, pero ¿a quién no le gusta el viejo Bob Esponja? Quienes nacimos en los 90s sabemos que estos personajes, rodeados de un carisma y una nostalgia arquetípica, son parte de nuestros primeros acercamientos a las duplas de la armonía-caos y del dolor-felicidad. Tampoco hay que ponernos tan reflexivos, son simples dibujos animados; pero de lo que sí podemos hablar es de cómo éstos personajes tan idiotas, y aun así tan únicos, se han quedado para siempre en nuestra memoria para relacionarlos con conceptos y emociones de nuestra vida diaria.
¿Para qué me aviento esta mamada a manera de mini-prólogo? Pues para hablarles de Huéspedes, claro está. O no tanto, pero vamos a darle. Huéspedes es una banda de indie rock de la Ciudad de México que se va más por este sonido atrayente del melodic punk o del punk rock a secas. Y qué bien lo hacen. Ya desde finales del 2018 la banda anda causando ruido con un “sencillo” titulado El Recuerdo, y aquí ya nos dejan ver qué onda con su estética: bajos y guitarras punk a lo más no poder, una bataca fulminante y una voz y lírica que nos recuerda la brevedad y la potencia característica del género. Huéspedes ya mostraba sus intenciones desde este punto, pero ahora, en plena víspera de contingencia covidiana, la banda liberó en febrero de este año su primer EP, titulado Antes dolía, ahora solía. Y no te pases de verga; esta madre, sin demeritar a su rolilla anterior, es una cosa loquísima, única y llena de una madurez total donde Kenzo, Daniel y Santiago nos muestran de qué está hecho el proyecto. Escuchar este EP es una delicia en todo sentido, sobre todo por ese hilo temático que ya manejan desde el título, donde los dolores del pasado se han superado y llega la estabilidad, la empatía y la felicidad.
Grabado, mezclado y masterizado en BLACKBEDROOM STUDIO a finales del 2019, el Antes dolía, ahora solía es una explosión de emociones que nos lleva por los caminos de la memoria a través de un recorrido bien cimentado y bien redondo. Ya he hablado antes de la chamba fotográfica del compa Alguien y aquí debo volver a hacerlo. Fue Alguien el encargado de elaborar el arte fotográfico de la portada, que pienso refleja de forma muy vergas esta situación de dolor y la consecuente extinción del pasado que ya no nos atormenta. Es una gran imagen que refuerza la idea general del álbum, siguiendo esta línea temática al mostrarnos a un personaje (si alguien es este personaje, dígame y le doy el crédito, compas) que no mira hacia atrás, hacia el pasado.
Escribí antes esa madre sobre Bob Esponja porque así comienza el viaje de este EP, con una alusión intertextual directa hacia uno de los capítulos más bonitos de la serie: cuando Bob Esponja cree cazar extraterrestres en la Luna, que es en realidad Fondo de Bikini. El diálogo entre Bob y Patricio sobre confiar (o no) en los habitantes-extraterrestres está presente con Chico percebe, la rola que inaugura la fugacidad del EP. No hace falta mencionar el título, que ya nos habla de dos mensajes: una alusión al compañero de Sirenoman y también a la condición de vulnerabilidad, ligado a la construcción del álbum. Es una cosa muy divertida, pero que contrasta de gran manera en el ritmo de la rola y en su composición lírica. Ya dentro de Chico percebe encontramos la madurez sonora de Huéspedes: una guitarra empática, dotada de esa ferocidad y vibración típica del punk; un bajo bien marcado y dotado de una vibra expectacular; y una batería que realza los matices de cada rola siendo ágil o martilleante, según sea el caso. Los instrumentos se mezclan para darnos una entrada triunfal hacia este EP, además de cimentar una base lírica que tendrá un nudo y un desenlace conforme avanza el álbum: “Ya no puedo más / ¿Quienes son ustedes?, ¿Porqué no puedo recordar?, ¿En donde estás percebe?”. Desde aquí nos vamos introduciendo a este tema del recuerdo, además del pasado como parte de una concepción de la identidad; y claro, esto no podría lograrse sin ese desgarro de la voz y esas fusiones entre el punk-rock con el math-rock en varios momentos de la rola.
Rose es quizás mi rola favorita del EP, y aquí Huéspedes ya entra de lleno en este melodic punk tan vergas que nos hace mover los huesos y vibrar en la sintonía de la voz. También es aquí donde la temática del álbum reluce con todo su esplendor: “Quisiera detener el tiempo, regresando a cada instante juntos a ti / Quisiera no haberlo hecho, al final tu fuiste quien lo decidió así / ¿Porque te fuiste? Sin ti no puedo más... / ¿A donde huiste? Regresa por favor...”. Qué pinche rolota tenemos frente a nosotros. Dentro de esta construcción musical ya tenemos las dudas hacia el pasado, donde el personaje en la voz quiere regresar a su status quo y a su supuesto estado de calma. Es una gran rola que sirve como puente entre las aseveraciones del pasado y las agonías del futuro.
Este cuadro temático viene a cerrarse con Kintsugi, donde ya existe un periodo de aceptación, resignación y búsqueda: “Tus recuerdos duelen... / Ya es tiempo de escuchar (escapa no mires atrás) repara lo que una vez fuiste (fuiste) / Un nuevo comienzo, volver a empezar”. Qué buena rola para cerrar este círculo introspectivo a lo largo del EP: es nostálgica a su manera y nos deja con un buen sabor de boca al terminar el viaje. Neta que está muy chingón ese concepto de quebrarse y volverse a pegar en la agonía de las emociones; es un tema que parece fácil, dada su cotidianidad, pero que tiende a caer en salidas fáciles. En Huéspedes el tema del dolor, la fuerza de voluntad y la miseria se interiorizan partir de un ciclo que corresponde a cada rola, dándonos la oportunidad de gozar esa estética propia en la banda y también de la adecuación de todas estas emociones en un paisaje de amor propio y crudeza emocional.
El Antes dolía, ahora solía es un viaje de introspección, centrando su fuerza en el mensaje y en el código: la música nos lleva por estos terrenos del amor, la soledad, la ruptura y la liberación a través de uno de los EPs más concisos, melancólicos y llenos de vida que hemos tenido a lo largo del año. Es un pedo que debemos celebrar a sus anchas.
Tienen que toparse con este primer EP de Huéspedes. Neta no se van a decepcionar, incluso van a sentirse bien identificados porque quién vergas no ha superado alguno de estos pedos afectivos. Es algo natural, pero qué mejor que matizarlo con una de las bandas más chingonas del melodic punk e indie de la escena mexicana independiente. Con una nueva alineación, Kenzo, Miguel y Santiago seguro tendrán nuevas propuestas en el futuro que valdrá la pena escuchar y comentar. Esperemos vernos pronto por ahí, en el antiguo defeño, para echar desmadre al ritmo de estas rolitas. Dense denso con el Antes dolía, ahora solía colgado en Spotify y Bandcamp, además de seguir a la banda para más desmadre internauta por estos días.
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